lunes, 1 de abril de 2013

CAPÍTULO 2. Las pruebas I.


Veréis que en los diferentes posts iré atrás en la secuencia y luego adelante. En el primer capítulo quería destacar cómo un traumatismo había "destapado" una enfermedad que tenía, casi seguro, desde mis primeras semanas en este mundo. También os conté resumidamente lo que pasó cuando fui al hospital, pero me gustaría detenerme un poco en los detalles, porque es algo que si estáis leyendo esta página de alguna manera os podría interesar. Cuando uno entra en urgencias, a uno le preguntan qué le pasa para llamar al especialista en cuestión. Posteriormente, toca esperar hasta que éste lo puede atender y ahí es donde viene una serie de pruebas.

En este documento se recogen las pruebas iniciales. Al menos a mí son las que me parecen que a uno le pueden llamar más la atención. Sobre todo por lo absurdo que pueden parecer algunas de las mismas. Sin embargo, como veréis hay alguna razón detrás de que te formulen preguntas evidentes o que te hagan seguir un dedo de un lado a otro o que te hagan llevarte el dedo hasta la nariz.



Los resultados de estas pruebas (lógicamente) no son concluyentes, pero dan una orientación muy importante a los médicos sobre lo que podemos tener. La suerte es que dichas pruebas se pueden completar con otras que son posibles gracias a los avances actuales. Como he visto algunos comentarios de personas con blogs a los que les preocupan sobre todo estas últimas, he optado por tratarlas en un capítulo aparte.

Un abrazo.